Las imágenes de un San Pedro desolado, con calles vacías, sin tianguis ni mercado y todos sus comercios cerrados, no fueron otra cosa que resultado del intenso diálogo sostenido en las últimas semanas por Armando Navarrete con los comerciantes y locatarios.
Negociar ha sido una importante virtud de Navarrete como alcalde. Así lo hizo recién llegado al poder con un conflicto de transportistas, luego para regresar a la cabecera municipal la Fiesta de San Pedro y, recientemente, para mediar en el conflicto entre Magú y el Gobierno del Estado de México por la pavimentación de la carretera.
Había que reducir el foco de contagio enorme que representaría un San Pedro abarrotado en 10 de Mayo, con miles de familias caminando entre los puestos, y Navarrete lo logró.
Sabedor de que es imposible paralizar de golpe y porrazo la vital actividad comercial, el alcalde no clausuró ni prohibió el tianguis en abril, como en otros municipios donde incluso hubo represión policial.
Navarrete comenzó poco a poco a implementar medidas de higiene y sana distancia en el tianguis de los domingos y el mercado, hasta que la amenaza del 10 de Mayo hizo necesario el cierre por este día.
El acuerdo incluye que el mercado abra solo de lunes a sábado de aquí al 7 de junio, en horario de 7:00 a 15:00 horas, y que los domingos de mantenga cerrado, mientras en el tianguis, a partir de la próxima semana solo habrá venta de productos esenciales.
Nunca hubo tanta disposición al diálogo entre un presidente municipal y el sector comercial del primer cuadro encaminado a un bien para todos.
Habitualmente las negociaciones eran para conseguir apoyo político en época de elecciones o para buscar beneficios personales.
Pero esta vez en el centro de la mesa estuvo la salud de las miles de personas que acuden al mercado y tianguis de los domingos, las cuales hoy se salvaron de un posible contagio de Covid-19.
Comments